China, la potencia comercial que cuenta con una fuerte capacidad logística y algunos de los más importantes puertos a nivel global –tan solo Shangai tiene más de 13 km de longitud y más de 6 millones de m2 para contenedores y 156 grúas– atraviesa por una crisis que ha derivado en la disminución de sus exportaciones. Estos son algunos de los factores que han contribuido a esta situación:    

Pandemia por COVID-19: 

En 2022, presentaron problemas  logísticos detonados por la crisis sanitaria de 2020. Aunque la economía china se recuperó en 4.8%, las amenazas de posibles rebrotes dieron lugar al establecimiento de nuevas restricciones como pruebas de control, pasaportes por provincias, y estaciones de prevención innecesarias que ocasionaron congestiones en vías de transporte y atascos en puertos.  

Baja demanda del consumo:  

Como consecuencia del bajo consumo de bienes, debido a que los bancos centrales de Europa y Asia subieron las tasas de interés para frenar la inflación, durante junio de 2023 las exportaciones chinas bajaron 12.4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Las ventas hacia Estados Unidos, entre enero y junio de este año, disminuyeron 21.8%. Por otro lado, en el primer semestre del presente año, su actividad comercial se redujo 5% respecto al mismo lapso en 2022.